Eso no estaba en mi libro de Historia de los Dinosaurios by Francesc Gascó

Eso no estaba en mi libro de Historia de los Dinosaurios by Francesc Gascó

autor:Francesc Gascó [Gascó, Francesc]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Divulgación, Ciencias naturales
editor: ePubLibre
publicado: 2021-01-01T00:00:00+00:00


Mientras, Osborn desde el Museo Americano seguía abriendo frentes. Así fue como en el año 1902, en Montana, se descubrió un dinosaurio icónico en los sedimentos de finales del Cretácico de la Formación Hell Creek. El responsable de este hallazgo fue el paleontólogo Barnum Brown (1873-1963). Hijo de una familia de pioneros del oeste, Brown se unió a un equipo de excavación del todavía joven Museo Americano y se convirtió en poco tiempo en uno de sus cazadores de dinosaurios con más experiencia. En 1902, encontró en Montana los restos fósiles de un dinosaurio carnívoro de gran tamaño y robustez, que incluían parte del cráneo, gran parte del esqueleto axial (la columna vertebral) y sus patas posteriores. Tres años más tarde encontró un segundo espécimen, aún más completo. Osborn lo publicó en 1905 dándole un nombre con el que se aseguraba pasar a la historia: Tyrannosaurus rex, «el rey de los lagartos tiranos». Brown prosiguió su trabajo desplazándose a Alberta (Canadá), donde prospectó los cañones del río Red Deer. Dadas las dificultades de acceso, y siguiendo el ejemplo del paleontólogo canadiense Lawrence Morris Lambe (1863-1919), construyeron una barcaza para moverse por el río, desde la que podían observar los cañones, parar a recoger especímenes y subirlos a la barcaza. Estos trabajos dieron como resultado el hallazgo de dinosaurios como los primeros ejemplares de Corythosaurus, un hadrosaurio (dinosaurio ornitópodo con pico semejante al de los patos) que fue reconstruido siguiendo el ejemplo de Leidy y Dollo, adoptando una postura bípeda canguroide. El primer esqueleto encontrado fue excepcional, conservando incluso impresiones de su piel. El área del río Red Deer está dentro de lo que hoy conocemos como el Dinosaur Provincial Park. Esta área fue explorada también por otros cazadores de dinosaurios, la familia Stemberg, contratada por el Servicio Geológico de Canadá, movidos por el descontento general ante la salida de patrimonio hacia el Museo Americano, y con el objetivo de que el mayor número de fósiles permaneciera en suelo canadiense. Los dos grupos rivales no obstante tuvieron relaciones correctas, y fruto de ambas expediciones, aumentó mucho el conocimiento de los dinosaurios del Cretácico superior canadiense, descubriéndose dinosaurios como Edmontosaurus (otro hadrosaurio) o el impresionante ceratopsio Styracosaurus (un pariente de Triceratops, con muchas espinas en su gola o cresta ósea).

Los principios del siglo XX en paleontología están también marcados por la llamada «paleontología imperial», término que usa el paleontólogo francés Eric Buffetaut para referirse a un periodo de excavaciones muy intensas realizadas sobre todo de paleontólogos europeos en sus colonias del momento. Es el momento, por ejemplo, de las grandes expediciones alemanas a África, tanto a Egipto como a la región que hoy día es Tanzania.

Tras la noticia del hallazgo de mamíferos terciarios (aproximadamente del Eoceno, con más de 34 millones de años) en el oasis egipcio de El Fayum, y con la intención de encontrar mamíferos primitivos más antiguos, el paleontólogo alemán Karl Heinrich Ernst Stromer von Reichenbach (1871-1952) realizó una primera campaña de exploración y prospección en Egipto en 1901-1902.



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